ratoncito perez

Seguramente cuando nos hacemos adultos nos preguntamos sobre el origen del Ratoncito Pérez, porque cuando somos niños es tan normal vivir en el mundo de la fantasía que lo que más nos preocupa es saber a qué hora llegará el ratoncito o si podemos esperarlo despiertos. 

Pues bien, ahora que ya somos mayores vamos a conversar sobre el origen de este tierno animalito.

¿Cuándo y cómo surgió la invención del Ratoncito Pérez?

Para hablar sobre el origen de esta tradición tenemos que remontarnos al siglo XVIII en Francia. Allí surge por primera vez la mención a este Ratoncito gracias a la escritora  D’Aulnoy, quien publica su libro La Bonne Petite Souris que traduce al español El buen ratoncito. La historia en este cuento gira en torno a la idea de que un hada se transforma en ratón.

La trama del cuento de la escritora francesa habla de que un hada quería destruir a un perverso rey. Para hacerlo, se oculta debajo de su almohada y busca que se le caigan los dientes. Después, se convierte en ratoncito porque de esta forma puede escabullirse pasando desapercibida y cumplir su misión. 

Con esta historia, el animal más odiado para el momento coge popularidad en la sociedad y se le atribuye el  don de la valentía.

En España la historia surge de otra forma y en una época posterior, a finales del siglo XIX. La historia del Ratoncito Pérez llega a la península ibérica de la mano del jesuita Luis Coloma, a quien la realeza le encarga hacer un cuento para el monarca Alfonso XIII en 1884. Entre las peticiones estaba  incluir la imagen de un ratón en el libro de cuentos.

Sin embargo, existen archivos que datan de 10 años antes de la invención del cuento del jesuita. Benito Pérez Galdós hace alusión al Ratoncito Pérez en su novela La de Bringas. Allí compara al protagonista de su novela con el Ratoncito Pérez. Esto significa que no sabemos exactamente a quién se le puede atribuir la primera narración.

Como ya habíamos mencionado, el jesuita Luis Coloma recibe el cometido de crear una historia para el pequeño príncipe, que solo tenía 8 años y ya empezaba a perder sus dientes de leche. 

Esta fue la fuente de inspiración para el escritor, quien decidió incluir a este tierno animalito en su cuento. Desde entonces, ha sido el personaje más querido y esperado por niños de todo el mundo, pues en cada país existe un personaje similar que tiene la tarea de recoger los dientes de leche.