El mantenimiento de los implantes dentales les garantiza una larga vida y una gran apariencia. Por eso es necesario que tengas una buena higiene oral y visites al dentista constantemente para revisar que todo marche de maravilla. Aquí conocerás algunos consejos para que puedas cuidar de ellos correctamente.
Necesitas una rutina de cuidado diario
Después de la colocación, todos los dientes circundantes deben ser limpiados a fondo para evitar la contaminación de la herida. En las dos semanas siguientes a la cirugía es bueno usar enjuague bucal, gel antimicrobiano y un cepillo de dientes quirúrgico (especiales para heridas postoperatorias).
Una vez que el período de curación haya terminado, tienes que cuidar tus implantes como lo harías con tus dientes naturales, es decir, cepillarlos después de cada comida, y antes y después de dormir, ya que también están expuestos a la acción de la placa bacteriana.
Puedes utilizar los mismos instrumentos:
- Cepillos de dientes manuales o eléctricos de dureza media o de cerdas suaves.
- Hilo dental y cepillos interdentales.
- Enjuague bucal con poco o nulo porcentaje de alcohol.
Importancia de la protección de los implantes dentales
La mala higiene bucal puede contribuir a la inflamación e infección como los dientes naturales. Tal inflamación puede causar sangrado de las encías y, en etapas más avanzadas, la formación de bolsas alrededor de los implantes hasta la destrucción del hueso.
La inflamación inicial de las encías alrededor del implante, si se diagnostica a tiempo, puede resolverse. Por otra parte, la inflamación más profunda puede llevar a la destrucción del hueso alrededor del implante, con abscesos y dolor hasta que el implante sea extraído.
Además, el control de la placa bacteriana es muy importante para prevenir los procesos de destrucción ósea alrededor del sitio de la prótesis. Incluso muchos expertos revisan que el paciente puede realizar las maniobras de higiene oral necesarias de forma adecuada, y así llevar un monitoreo completo y continuo.
Por eso, es bueno realizar una radiografía de control una vez al año para verificar la salud del hueso alrededor de las nuevas piezas y así comprobar que no hay problemas.
Realiza una limpieza profesional continuamente
Sólo a través de visitas regulares (y una buena higiene oral en tu casa) al dentista podrás mantener tus implantes dentales en óptimas condiciones durante décadas.
Después del proceso de colocación, suelen bastar dos revisiones al año por parte del dentista para prevenir o detener posibles inflamaciones en su estado inicial y tratarlas oportunamente. No obstante, se recomiendan 3 o 4 visitas al año para los pacientes con antecedentes de periodontitis.
La higiene y el consejo profesional te permite comprobar la estabilidad de la prótesis, controlarlos mediante la realización de placas de control y perfeccionar la técnica de higiene doméstica.
De hecho, los pacientes con prótesis fijas necesitan revisión completa de su trabajo al menos cada 2 años. Durante esta revisión se quitan, revisan y se pulen a profundidad todas las piezas. De esta manera, se garantiza el cuidado de la zona y de la prótesis como tal.