La Sociedad Española de Odontología Infantil recomienda que la primera visita de los niños al dentista sea durante su primer año de vida. Justo cuando empiezan a salir los dientes y siempre que no haya alguna anomalía previa.
En el primer año de vida del niño ya aparecen los incisivos y también puede haber aparecido algún molar de leche.
¿En qué consiste esta primera visita de los niños al dentista?
En la primera revisión, el odontopediatra revisará sus dientes de leche y encías. Verificará si hay o no caries. También observará si existe alguna alteración del crecimiento en la dentadura del niño, su mordida y cualquier anomalía con respecto a la erupción de sus dientes.
El especialista abrirá un historial con los antecedentes médicos del pequeño y dejará constancia de la genética de los padres. Este es el momento más indicado para que el odontopediatra nos indique las pautas a seguir en cuanto a la mejor higiene dental de nuestro hijo.
El especialista también nos habla sobre los hábitos dietéticos a seguir con el niño. Es importante saber acerca del consumo de azúcar, cómo actuar con el biberón, cuando debemos retirar el chupete y evitar así que se deformen sus dientes.
Otro aspecto importante es la prevención de traumatismos dentarios. A esta edad, el niño empieza a caminar y puede ser que tenga alguna caída y se rompa un diente. Al estar bien informados podemos reforzar la salud dental de nuestros hijos.
Importancia de esta primera visita de los niños al dentista
Antes, se aconsejaba llevar al niño al cumplir los dos años. No obstante, se comprobó que esto podría ser tarde para determinar y resolver ciertas patologías o problemas relacionados con la salud bucodental.
Hay estudios que revelan que hay niños menores de cuatro años que ya tienen caries. Incluso se ha determinado que hay una relación entre el desarrollo facial y la aparición de la dentadura en los niños pequeños.
La primera visita de los niños al dentista es importante. No sólo se previene la aparición de las caries, sino también inconvenientes futuros que afecten la salud dental. Después de esta primera visita podemos llevar al niño al dentista cada seis meses o anualmente. Eso, siempre que no se llegue a presentar algún inconveniente.
Para que nuestro hijo no vaya con miedo al dentista es recomendable ir con él a temprana edad y así pueda familiarizarse con la clínica dental. Hay que hablar de forma positiva al dentista y evitar hacer comentarios negativos sobre este frente al niño.
Explicar a nuestro hijo la importancia de la higiene bucodental y hacer del cepillado una especie de juego en familia.
