
La saliva es fundamental para tener una boca sana. Ayuda a digerir los alimentos, protege el esmalte y mantiene a raya a las bacterias. Pero cuando se produce en exceso, lejos de ser una aliada, puede convertirse en una molestia constante. ¿Notas que tragas saliva todo el tiempo? ¿Hablas con dificultad o te incomoda al dormir? Entonces puede que estés lidiando con un caso de hipersalivación crónica, también conocida como sialorrea.
Aunque muchas veces se ignora, esta condición puede afectar de forma directa tu calidad de vida y tu salud dental. Hoy vamos a abordar este problema de forma clara, profunda y realista.
¿Qué es exactamente la hipersalivación crónica?
La sialorrea es la producción excesiva de saliva. Todos generamos entre 1 y 1,5 litros de saliva al día en condiciones normales. El problema aparece cuando esta cifra se dispara o el control para tragarla falla.
¿Cómo se diferencia de una salivación puntual?
No es lo mismo salivar más por tener hambre o ansiedad que padecer una hipersalivación persistente. La primera es pasajera. La segunda, constante, molesta y, en muchos casos, patológica.
¿Por qué se produce la sialorrea en adultos?
La hipersalivación no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma. Por eso es clave entender qué la está provocando.
1. Trastornos neurológicos
Enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o la parálisis cerebral pueden dificultar el control muscular de la boca, haciendo que el paciente no logre tragar correctamente.
2. Uso de ciertos medicamentos
Algunos fármacos —como antiepilépticos, tranquilizantes o antipsicóticos— pueden aumentar la producción salival como efecto secundario.
Principales medicamentos que pueden causar sialorrea
- Clozapina
- Risperidona
- Pilocarpina
- Anticolinesterásicos
3. Infecciones orales y enfermedades periodontales
Cuando hay inflamación de encías, infecciones o llagas, el cuerpo responde con mayor producción de saliva para “limpiar” la zona.
4. Reflujo gastroesofágico
El reflujo ácido estimula de forma refleja la producción salival como mecanismo de defensa.
5. Prótesis mal ajustadas o aparatos de ortodoncia
El roce constante de prótesis, férulas o brackets mal adaptados también puede provocar un exceso de salivación.
¿Cuáles son los síntomas que acompañan la hipersalivación?
La sialorrea no suele venir sola. Muchas veces aparece con molestias adicionales que afectan a lo largo del día.
Principales señales de alerta
- Goteo o babeo frecuente, sobre todo al hablar o dormir
- Voz húmeda o cambios en la articulación
- Problemas para tragar saliva (disfagia)
- Infecciones cutáneas en comisuras labiales
- Irritación en la piel del mentón
- Vergüenza o ansiedad social
¿Cómo afecta la hipersalivación a la salud dental?
Aquí está la parte crítica que muchos desconocen: demasiada saliva también puede perjudicar tu salud bucodental.
1. Interfiere en tratamientos odontológicos
Colocación de empastes, limpiezas, ortodoncia, carillas… Todos estos procedimientos pueden volverse complejos cuando hay que luchar constantemente contra el exceso de saliva.
Problemas comunes en consulta
- Aislamiento ineficaz del campo operatorio
- Fallo en la adhesión de composites o cementos dentales
- Mayor riesgo de contaminación cruzada
- Incomodidad del paciente durante la intervención
2. Dificulta el uso de prótesis removibles
Cuando hay hipersalivación, las dentaduras postizas o férulas tienden a desplazarse, moverse o provocar náuseas.
3. Potencia la aparición de sarro subgingival
Aunque parezca contradictorio, una saliva demasiado rica en minerales puede favorecer la calcificación de placa bacteriana, derivando en sarro más agresivo.
Tratamientos disponibles para controlar la hipersalivación
La buena noticia es que la hipersalivación tiene tratamiento. No siempre se logra eliminar por completo, pero sí reducirla y mejorar su impacto.
1. Reeducación muscular y logopedia
En pacientes con trastornos neuromotores, se trabajan ejercicios orofaciales para mejorar el cierre bucal, la deglución y la postura lingual.
2. Fármacos anticolinérgicos
Inhiben la producción de saliva, pero su uso debe ser muy controlado por los efectos secundarios: sequedad bucal, visión borrosa, somnolencia…
3. Toxina botulínica (Botox)
Se inyecta en las glándulas salivales (parótida y submandibular) para reducir la producción sin alterar el gusto ni la masticación.
Ventajas del tratamiento con botox
- Efecto rápido (7-10 días)
- No invasivo
- Duración media de 3-6 meses
- Reversible y ajustable
4. Cirugía de las glándulas salivales
Es el último recurso. Puede implicar resección de glándulas, ligadura de conductos o desviación de flujo salival. Se reserva para casos severos que no responden a otros tratamientos.
¿Cuándo acudir al dentista por hipersalivación?
Si la saliva afecta tu vida diaria, tu forma de hablar, comer o dormir, es momento de consultar. El odontólogo puede valorar el origen, realizar un diagnóstico diferencial y derivarte a un especialista si es necesario.
El diagnóstico se basa en:
- Historia clínica detallada
- Exploración de cavidad oral
- Evaluación de tratamientos previos
- Medición del flujo salival con test objetivos
¿Existen remedios caseros para controlar la salivación excesiva?
Algunos pacientes prueban soluciones como enjuagues con salvia, evitar alimentos ácidos, o modificar posturas al dormir. Pero aunque pueden ayudar a reducir la molestia, nunca sustituyen una evaluación profesional.
Claves para convivir con la hipersalivación sin perder la sonrisa
No todo está perdido. Con algunos ajustes, puedes minimizar el impacto de la hipersalivación en tu día a día:
1. Mantén una buena higiene bucal
La saliva en exceso arrastra bacterias, pero también puede favorecer ciertos desequilibrios. Cepilla, usa hilo dental y enjuagues antisépticos.
2. Evita chicles o caramelos
Estimulan aún más la producción de saliva. Mejor mantenerlos lejos.
3. Elige bien tus productos bucales
Algunos colutorios y pastas con ingredientes muy mentolados pueden desencadenar más salivación.
4. Cuida tu postura
Dormir con la cabeza algo elevada o mejorar tu postura al trabajar puede ayudarte a manejar mejor la salivación.
¿Notas que tragas saliva de forma compulsiva? ¿Te da apuro hablar porque se te acumula en la boca? Tal vez estés frente a un caso de hipersalivación que necesita atención.